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Este es el primer paso que tenemos que dar cuando tomamos la decisión de comenzar la construcción de una aeronave en madera. En mi caso, para concretar este paso, nos encontramos en la maderera, 5 amigos, 5 proyectos.
Para algunos de nosotros era la primera vez que enfrentamos este desafío de elegir el tablón de Hemlock adecuado. Yo  conocía el aspecto teórico, de alguna manera, pero tenía muchísima incertidumbre. Mirando las pilas de la madera, en mi  cabeza sólo tenía preguntas y ninguna certeza, pero  tuvimos la suerte, en este primer encuentro de mirar cara a cara al tablón  de pino Hemlock , acompañados por un constructor de mucha experiencia en maderas, que nos regaló su tiempo y su compañía, nuestro amigo Carlos Reynoso.
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Así se ve la pila de maderas de Hemlock. Están acondicionadas en paquetes.

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Tenemos que mirar con detenimiento, para poder diferenciar las líneas de la veta y no confundirlas con las marcas que deja la sierra de corte.

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Para poder apreciar la veta con más claridad hay que remover, de la pila, la madera seleccionada y trasladarla hacia un lugar luminoso  para poder apreciar el recorrido de la veta. Para tal fin hay que observar las dos puntas del tablón y ver si la orientación de la veta se replica en los dos extremos. Esto nos permite tener un panorama relativo en relación a la aptitud de dicha madera para el uso aeronáutico. 

Este trabajo no es fácil de realizar, existiendo mucha resistencia por parte de los empleados de las madereras para movilizar el material, ya que genera un trabajo extra para ellos. Gracias a la gestión de Carlos,  en una de las madereras nos permitieron, junto al encargado del depósito,  acceder a un sector donde pudimos realizar el trabajo de remover  los tablones, comprometiéndonos a dejar en su lugar, las  maderas movilizadas que no fueron compradas. Este trabajo requiere de varias personas ya que los tablones miden aprox, entre 4 y 7 metros de largo. Esto  permite también comparar el peso entre los distintos tablones de longitudes similares.

Realizar esta trabajo acompañados, hace que  se sumen las opiniones favoreciendo una buena elección.

Gracias Carlos Reynoso!!!

 

 Cuando ya estamos en nuestro lugar de trabajo

Una vez que tenemos el tablón de Hemlock, debemos comenzar a realizar una serie de observaciones y mediciones para estudiar las condiciones de la madera comprada y empezar a ver para qué parte  del avión sería más apropiada. Las maderas de los largueros del ala tienen que ser las que reúnan mejores condiciones  ya que son las que deben respetar los parámetros requeridos para uso aeronáutico. En este tema hay que recurrir a literatura apropiada, específica , ya que son muchas las variables a tener en cuenta:

  • Nudos,

  • Depósitos de resina.

  • Desviación de la veta.

  • Cantidad de vetas por pulgada.

 

En este punto no tenemos que asustarnos ni desanimarnos pensando que no  vamos a poder resolver o visualizar todos estos temas.

Recordemos: hay que tomarlos como pequeños desafíos, para ir resolviéndolos paso a paso.

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